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Poder es tener la facultad de hacer algo, es decir, el poder implica que puedo; es nuestra capacidad de dirigir nuestra fuerza vital y nuestra voluntad. Cuando hablamos de canciones de poder hablamos de composiciones musicales tienen la capacidad de realizar algo: quizá recordarnos algo importante, ser portadoras de mensajes para el alma, quizá cantos curanderos o llamados al espíritu; es decir, son canciones liberadoras y libertadoras. En los casos de mayor expansión de conciencia pueden incluso ser llaves tonales y abrir portales.

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El arte de componer una canción es la suma de distintas habilidades y tomas de conciencia puestas al servicio de lo que deseamos expresar, llamar, elevar, convocar. Una canción creada desde la conciencia acrecentada se convierte en un convocador de tu poder. 

"El proceso de la creación es en sí una confrontación con mi sentir, una inmersión en las profundidades de mi mism@. Una canción puede ser un alivio en la expresión, una liberación, un amuleto, un llamado, una invocación, un recordatorio, un abrazo, un mensaje divino, un remedio, una medicina para el espíritu."

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Darle voz a nuestro sentir es un paso muy grande en el camino de la sanación y el despertar; y cantar aquello a lo que decidimos dar voz es sublimar esa expresión; es decir, el arte es un proceso alquímico, me permite transformar algo -mi sentir, mi reflexión, mi experiencia- en otro suceso siempre más sutil, más etéreo y de gran valor, en este caso, una canción donde se asoma el Ser, un canto curandero, un rezo, un entendimiento, una llave a la conciencia.

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